ESTABLECIMIENTO O MODIFICACIÓN DE MEDIDAS
1. Introducción
¿Quieres divorciarte y no lo haces porque no sabes qué pasará con tus hijos?, ¿firmaste un convenio regulador que ya no se adapta a tus intereses y quieres modificarlo?, ¿crees que será imposible alcanzar un acuerdo con tu ex pareja sobre las medidas que deben regir para con vuestros hijos?
Es muy frecuente en el despacho que acudan clientes separados o divorciados con hijos, que no están de acuerdo con las medidas respecto a los menores que se establecieron hace tiempo por convenio entre los padres o judicialmente y desean modificarlas, ya sea para solicitar un aumento de pensión alimenticia o una reducción de la misma, o bien por querer cambiar el régimen de custodia de los niños o por cualquier otro motivo. Muchos de estos clientes cuando acuden a nuestro despacho vienen resignados a interponer una demanda judicial contenciosa por que no consigue ponerse de acuerdo con el otro progenitor. sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, nuestros abogados consiguen, a través de la negociación, que estas partes que estaban enfrentadas y no conseguían dirimir sus diferencias en cuanto a sus hijos, logren con nuestra ayuda, alcanzar una solución de mutuo acuerdo y que los pactos que hayan alcanzado respecto a los hijos comunes sean aprobados judicialmente. Consiguiendo así ahorrarse costes, largos procedimientos judiciales y, en definitiva, mayor satisfacción personal.
En el caso concreto que explicaremos en este artículo se puede comprobar que es posible lograr un acuerdo satisfactorio aun cuando los intereses de los padres estén más alejados que nunca.
2. La historia de Sergio y Eva
- Sergio y Eva, durante su relación de pareja, tuvieron una hija que en la actualidad tiene 4 años.
- Cuando la pareja se separó acordaron verbalmente (no firmaron convenio regulador) que la hija se quedaría a vivir con la madre mientras que el padre tendría derecho a un régimen de visitas (el padre se trasladó a una localidad lejana por trabajo).
- Habían pasado dos años, y Sergio, que aún lejos siempre había participado en la vida y el desarrollo de la menor de manera intensa, volvió por trabajo a la localidad donde vivían su ex pareja y su hija.
- Sergio empezó a mantener una relación más cercana con su hija, se veían siempre que podían y ella se quedaba a dormir en casa de Sergio los fines de semana, algunas semanas etc.
- Sergio quería establecer un régimen de guarda y custodia compartida entre ambos padres mientras que Eva quería mantener las condiciones que habían regido hasta el momento, régimen de custodia monoparental a su favor.
- Entre los padres existía una relación cordial, pero no se podían de acuerdo sobre el régimen de guarda y custodia que debía regir, por lo que Sergio acudió a nuestro despacho.
3. Tipos de régimen de guarda y custodia
En España los regímenes o formas de guarda y custodia de los hijos son dos: guarda y custodia monoparental o guarda y custodia compartida. Este último se caracteriza porque el cuidado, la educación y, en general, la convivencia habitual de los hijos menores se atribuye a ambos progenitores con iguales derechos, conviviendo el menor con los padres por periodos alternos semanales, de quince días, mensuales o incluso trimestrales. (ver diferencias entre custodia monoparental y custodia compartida).
4. Establecimiento o modificación de medidas hijos. Pasos que seguimos en el despacho
1. Interposición de demanda solicitando además se acuerden medidas provisionales hasta que se dicte sentencia.
2. Intentar alcanzar acuerdo con la parte contraria a través de su abogado.
3. Eva se opuso a la demanda en contra del régimen de custodia compartida, solicitando en su lugar, el establecimiento de un régimen de custodia monoparental (el que habían venido manteniendo)
4. Señalamiento vista para fijar medidas provisionales (tras admisión demanda y emplazamiento demandada).
Conseguimos que las partes se pusiesen de acuerdo respecto a las medidas provisionales que debían regir hasta e dictase sentencia. En concreto, acordaron una custodia compartida de la menor por quince días alternos, teniendo ambos padres las mismos derechos, (a cambio de un permiso de visita a sus abuelos maternos en el extranjero), y fueron aprobadas por el juez, por lo que estarían en vigor hasta que se dictase sentencia (se termina así con la incertidumbre mientras dure el procedimiento)
5. Al no lograr acuerdo en el régimen de guarda y custodia que debía regir, Eva solicitó designación de perito judicial psicólogo a fin de que valorase a la familia y determinase cuál era régimen de guarda y custodia era el más óptimo. Esta solicitud de designación de perito había sido aceptada, lo que suponía un retraso de al menos tres meses en el procedimiento hasta se celebrase el acto de la vista y una provisión de fondos al perito de más de 1.000 euros.
6. Seguimos intentando acuerdo entre las partes para ahorrar tiempo y costes.
7.Conseguimos un acuerdo, presentamos escrito conjunto al juzgado y terminó el procedimiento mucho antes de lo esperado. No hubo que pagar psicólogo ni esperar a que se dictase sentencia en la que un juez decidiría sobre las medidas de la hija.
8. Los padres decidieron por sí mismos qué medidas debían seguir para con su hija, alcanzamos un convenio regulador que, tras presentarlo al juzgado y previa emisión de informe favorable por el Ministerio Fiscal que vela por los intereses del menor, fue aprobado judicialmente.
5. Conclusión
Sergio puede ahora disfrutar el régimen de guarda y custodia compartida, pasando de poder ver a la niña un día a la semana y tenerla solamente los fines de semana alternos, a tener ahora a su hija viviendo en su domicilio cada 15 días.
Hay que tener en cuenta que en definitiva es una negociación, se trata de dar a cambio de recibir, por lo que la otra parte no se encuentra en desacuerdo, sino que con el pacto finalmente alcanzado ha conseguido otros beneficios. De lo que se trata es conseguir satisfacer lo máximo posible los intereses de nuestro cliente que vino angustiado a nuestro despacho creyendo no poder resolver la situación con su expareja respecto con la hija que ambos tienen en común, y que termina por irse con la solución a sus problemas de forma mucho más sencilla de lo que se creía.